29/06/2018.- Con el fin de garantizar la seguridad de la tortuga marina en Tecomán, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) planifica la estrategia a seguir para la temporada de desove 2018-2019 del quelonio en costas de esta entidad.
Personal de la Profepa se reunió con integrantes del Campamento Tortuguero Golfinas del Real y los comités de Vigilancia Ambiental Participativa de las playas El Real y Boca de Pascuales, en Tecomán, con el propósito de comentar los logros obtenidos.
Asimismo, para conocer, analizar y corregir problemáticas enfrentadas durante la temporada 2017-2018 de la tortuga marina, principalmente de las especies Golfina, la Negra o Prieta y la Laúd.
Por ello, durante la reunión se habló sobre el mantenimiento del corral de incubación; trabajo en equipo en la colecta, siembra y liberación de crías; registro de información; y medidas de seguridad en playa por la presencia de ilícitos ambientales.
La Profepa recordó que durante la temporada de desove de la tortuga marina habitantes de las comunidades de El Real y Boca de Pascuales participan de manera voluntaria en las acciones de vigilancia, sin ningún fin de lucro y con el compromiso de proteger a los quelonios.
Detalló que el objetivo de las acciones de protección a la tortuga marina y sus nidos es liberar en su oportunidad el mayor número de crías de los quelonios a las aguas marinas, así como crear conciencia sobre la importancia de su conservación, sensibilizar a la población y hacerla corresponsable con esta experiencia.
La Profepa indicó que las tortugas marinas de las especies referidas están listadas en la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT en la categoría de En Peligro de extinción (P).
Asimismo, destacó que siete de las ocho especies reconocidas a nivel mundial se encuentran en veda desde hace años, tales como la Caguama (Caretta caretta); la Blanca o Verde (Chelonia mydas), la Prieta (Chelonia agassizii); la Carey (Eretmochelys imbricata).
Lo mismo para la Lora (Lepidochelys kempii); la Golfina (Lepidochelys olivácea); y la Laúd (Dermochelys coriácea).
