26/06/2018.- Ni Messi, ni Agüero, ni Di María, ni Higuaín… el héroe de Argentina fue el central del Manchester United Marcos Rojo, que evitó la eliminación de la Albiceleste con un gol en el minuto 86 que la empujó a octavos de final como segunda de grupo.
El sábado se verá las caras con Francia (16.00 h) en Kazán. Después de dos pésimos partidos, Argentina tenía que ganar sí o sí a Nigeria y Jorge Sampaoli volvió a retocar su once en busca de un revulsivo. Metió a Higuaín en lugar de Agüero, apostó por Banega en el centro del campo y Armani jugó bajo palos. Y la nueva apuesta funcionó pronto porque Messi, que parecía más enchufado que en anteriores encuentros, abrió el marcador al cuarto de hora tras una combinación con Banega.
Argentina había encontrado por fin a su estrella y completó una buena primera mitad en la que pudo sentenciar el partido, pero Higuaín perdonó y Messi mandó una falta al palo. Sin embargo, en la segunda mitad Nigeria salió mucho más decida y a los seis minutos empató el partido. Mascherano, muy flojo en este Mundial, cometió un penalti inocente por un leve agarrón en el área, una acción absurda en la época del VAR, y el colegiado señaló la pena máxima. Moses no desperdició el lanzamiento y puso contras las cuerdas a Argentina.
El empate clasificaba a Nigeria para octavos y el cuadro africano jugó sus mejores momentos ante una Argentina rota que volvió a demostrar que encaja muy mal los golpes del contrario. Pero con el paso de los minutos Nigeria fue reculando y Argentina terminó asediando el área de Uzoho. Sampaoli había puesto en el césped casi toda la artillería que tenía, Meza, Pavón y Agüero, pero los minutos pasaban y el gol argentino no llegaba. Hasta que apareció Rojo.
El central se convirtió en héroe inesperado al empalmar de volea un centro de Mercado desde la banda que perforó la red africana. El estadio de San Petersburgo se vino abajo con la celebración del gol. Argentina sigue viva en el Mundial de Rusia.
Fuente: 20 Minutos