COLIMAMEDIOS
La presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, advirtió ayer al gobernante de Nicaragua, Daniel Ortega, que la soberanía costarricense sobre la provincia de Guanacaste es una decisión que “nadie cambiará con amenazas”.
Asimismo, rechazó que Managua le cuestione a San José sus “derechos absolutos” sobre esa zona noroccidental del territorio nacional.
“Presidente Ortega: no permitiremos que su irresponsabilidad separe a nuestros pueblos. No caeremos en sus provocaciones, pero tampoco seremos pasivos ante ellas”, alertó Chinchilla.
Con renovados destellos de xenofobia en ambos países y un constante cruce de roces verbales y diplomáticos, Costa Rica, sin ejército desde 1948, y Nicaragua siguen atadas a viejos conflictos territoriales y al surgimiento de nuevos pleitos fronterizos.
El diferendo se agravó el pasado 13 de agosto, cuando Ortega volvió a reclamar, durante un festejo militar, la posesión nicaragüense sobre Guanacaste, que desde 1824 está bajo soberanía de Costa Rica.
Aunque nunca perteneció a Nicaragua, los nicaragüenses siempre han dicho que ese territorio de poco más de 10 mil kilómetros cuadrados les pertenece.
ALEGATO HISTÓRICO
Medios de comunicación nicaragüenses recurrieron ayer a alegatos históricos para demostrar que, contrario a lo que dice Chinchilla, Guanacaste perteneció a Nicaragua y pasó a dominio de Costa Rica por el expansionismo costarricense.
Un tratado limítrofe suscrito en 1858 por ambos países estableció las fronteras de los dos países y reconoció a Guanacaste como parte de suelo costarricense.
Los pleitos bilaterales se complicaron en octubre de 2010, cuando Costa Rica acusó a Nicaragua de que tropas nicaragüenses invadieron y ocuparon una parte de suelo costarricense, en el sector oriental de la conflictiva frontera común.
Nicaragua alegó que ese territorio es suyo y se negó a retirar sus tropas, por lo que los costarricenses presentaron un reclamo en la CIJ, todavía sujeto a una resolución final.
