Los niños con autismo presentan -por lo general- problemas con la alimentación, desde hiper o hiposensibilidad, hiperselectividad, problemas de masticación, sensoriales, digestivos, estreñimiento y diarrea hasta intolerancias y alergias diagnosticadas por parte del nutriólogo. Por ello, es importante que los niños con este trastorno realicen una alimentación sana y equilibrada para tener un buen estado de salud que incluya alimentos ricos en vitamina C como alfalfa, perejil, coliflor, kiwi, fresa y guayaba, y B12 como atún, sardina, salmón, carne con bajo contenido de grasa, productos lácteos descremados, huevo y pechuga de pollo sin piel.