The Washington Post señaló que la agencia estadunidense siguió a Gabo a partir de su estrecha relación con el presidente cubano, Fiudel Castro, y su posterior mudanza a Nueva York, para trabajar en la agencia cubana Prensa Latina.
México.- Por órdenes directas de su entonces director, Edgar J. Hoover, el Federal Bureau of Investigation (FBI) inició labores de espionaje en torno al periodista y escritor colombiano Gabriel García Márquez, el 8 de febrero de 1961, mismas que se extendieron por 24 años, reveló hoy The Washington Post (WP).
Con base en documentos desclasificados del FBI, el diario estadunidense dio a conocer en su edición de este sábado que tuvo acceso a 137 páginas del expediente del Premio Nobel de Literatura en 1982, además de 133 páginas adicionales donde no se precisa la razón del espionaje, aunque sí era evidente que nunca hubo una investigación criminal hacia el colombiano.
The Washington Post señaló que la agencia estadunidense siguió a Gabo a partir de su estrecha relación con el presidente cubano, Fiudel Castro, y su posterior mudanza a Nueva York, para trabajar en la agencia cubana Prensa Latina.
“En el caso de que (García Márquez) entre en Estados Unidos por cualquier motivo, el FBI debe ser avisado de inmediato”, indica la orden emitida por Edgar J. Hoover el 8 de febrero de 1961, señaló el diario estadounidense.
El FBI espió a García Márquez a los 33 años de edad, cuando todavía no había alcanzado fama mundial por novelas como Cien años de Soledad y El amor en los tiempos del cólera. Dicha vigilancia se mantuvo durante 24 años sin que el colombiano se enterara, indica WP.
Detalló que los primeros reportes sobre las actividades de García Márquez en Nueva York detallan que pagó 200 dólares por un mes de estancia en el hotel Webster de Manhattan.
En los primeros meses, el FBI contactó al menos a nueve “informantes confidenciales” que le mantenían al tanto sobre las actividades del periodista y escritor colombiano.
En entrevista con The Washington Post, Rodrigo García, hijo mayor del escritor, señaló: “teniendo en cuenta que este colombiano estaba en Nueva York para abrir una agencia de prensa cubana, lo inusual habría sido que no espiaran”.
Asimismo, recordó que en una ocasión su padre le comentó que durante los años 1960 y 1961, al salir del trabajo notaba que lo seguían dos hombres que se comunicaban por silbidos. Supuso que eran agentes de la CIA o del gobierno cubano.
Irónicamente, indicó Rodrigo García, su padre fue despedido unos meses más tarde de Prensa Latina, la agencia de noticias de Cuba, porque era considerado “insuficientemente radical”.
Con información de Proceso