COLIMAMEDIOS
CIUDAD DE MÉXICO, 11 de noviembre.- Hace casi cuatro meses que salieron del Ángel de la Independencia en dos motocicletas e iniciaron un recorrido por América del Norte. Como premio, después de miles de kilómetros de rodada, los recibió una aurora boreal en Alaska. Hoy están de vuelta tras 40 mil kilómetros de periplo.
Ernesto Acevedo, economista, y su compañero de viaje, Eduardo Escalona, iniciaron el pasado 14 de julio por la mañana esta aventura que para ambos comenzó como “un sueño de libertad”.
Este viaje, denominado Vuelta a América, tiene por objetivo recorrer todo el continente en dos etapas, ayer concluyeron la primera, por América del Norte, y el lugar que más los marcó fue Alaska.
“Después de superar pruebas como el clima, nos recibió una aurora boreal que pocos tienen la suerte de ver; es una experiencia maravillosa. Nos cruzamos con dos osos muy cerca, una osa que estaba detrás de nosotros en un parque que estaba cuidando a sus hijos; sin embargo, estaba a 30 metros detrás de nosotros”, cuenta Escalona.
Acevedo señala que el recorrido le dejó un aprendizaje espiritual. “Toda la Vuelta a América representa un sueño y es un sueño compartido por muchos motociclistas no sólo nacionales, sino también extranjeros. Lo más importante en esta experiencia ha sido un acercamiento con Dios que nunca tuve, es una sensación única, es un viaje mágico y en ese sentido la fase sur también representa un reto”.
Ernesto tiene previsto descansar y prepararse físicamente de dos a tres semanas para la segunda etapa.
Por su parte, Eduardo no continuará más por cuestiones de trabajo, pero se sumarán otros dos motociclistas al viaje por América del Sur.
“Cuando haces un viaje de esta naturaleza hay unos costos que son elevadísimos, los costos más importantes son precisamente dejar la familia, el costo emocional y también el riesgo de que también no regresas con vida a tu país”, reflexiona Ernesto Acevedo ante la aventura que representa viajar en dos ruedas por tierras desconocidas.
