Las por ahora complicadas relaciones entre EE.UU. y Rusia generan en los estadounidenses cierto interés por Rusia en general y la literatura rusa en particular. Al menos así lo notó el gerente ejecutivo del proyecto ‘Read Russia’, Peter Kaufman.
De esta forma Kaufman respondió a una pregunta sobre los efectos que dejan las tensiones políticas por Ucrania y la propagación de la OTAN en la percepción de la literatura y la imagen de Rusia por los estadounidenses.
La participación en un evento como la feria BEA ofrece una buena oportunidad para «presentar directamente las obras de la literatura rusa», agregó. Y los contratos conseguidos durante sus tres días con las editoriales estadounidenses sobre la publicación de múltiples libros rusos han mostrado lo exitoso de este trabajo en las circunstancias y condiciones dadas.
Rusia presentó cerca de 50 libros nuevos. Había un certamen por la mejor traducción de una obra rusa al inglés. Joanne Ternbull, quien vive y trabaja en Moscú, fue galardonada como la mejor traductora de una novela del escritor de la primera mitad del siglo XX Sigizmund Krzhizhanovsky, ‘Autobiografía de un cadáver’.
El jurado del concurso destacó y condecoró también a Robert y Elizabeth Chandler por la traducción de las novelas de Vasili Grossman y a Peter Carson por la autobiografía de León Tolstói ‘Confesión’ y su relato ‘Muerte de Iván Ilyich’.