Desde hace dos años científicos de la Universidad de Colima estudian el veneno del alacrán colimense, cuyo nombre científico es Centruroides tecomanus, con el fin de tratar algunas enfermedades, como el Parkinson o el cáncer.
La investigadora Laura Leticia Valdez Velázquez, de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad de Colima, detalló que se han encontrado más de cien componentes proteicos en el veneno de este artópodo, considerado uno de los más potentes del país.
Al aislar las toxinas del veneno, continuó, observaron las secuencias genéticas de todos sus componentes proteicos y concluyeron que pequeñas proteínas se unen a canales iónicos de las células humanas. El veneno del alacrán es neurotóxico, porque ataca a las células neuronales
.