COLIMAMEDIOS
Fuente|DiarioDeColima
No hay estudios que determinen si la contaminación tiene relación directa con algunos padecimientos; urgen especialistas comenzar a elaborar los análisis para bien de los pobladores de esa comunidad de Cuauhtémoc
La contaminación que se genera en Quesería, por la quema de caña y la actividad industrial del ingenio azucarero, podría estar relacionada con algunas de las enfermedades que padecen los habitantes, advirtieron especialistas.
Aunque en Colima no hay estudio alguno que compruebe la relación de causa-efecto por exposición a esas emisiones contaminantes, el alergólogo del IMSS, Jesús Solano Soto, señaló que la inhalación de humos industriales o de quemas agrícolas genera problemas de salud.
Ignacio Galindo Estrada, director del Centro Universitario de Investigación en Ciencias del Ambiente, refirió que a través de un análisis realizado hace 10 años, se detectó que podría haber algo patológico en el medio ambiente de Quesería.
En ese entonces, los pediatras manifestaban que la incidencia de asma bronquial en niños recién nacidos era más frecuente en Quesería que en otros lugares, y “esa es la única razón que nos obliga a pensar que hay algo patológico ahí en el medio”.
Por su parte, el oncólogo del ISSSTE, Friedman Cepeda López, señaló que no recuerda la existencia de estudio alguno que compruebe que el humo de ingenios azucareros ocasione cáncer en las poblaciones aledañas a su ubicación.
Pero reconoció que esa contaminación aumenta el riesgo no sólo de cáncer, sino también de problemas como enfisema pulmonar y reacciones alérgicas.
Aunque no existen estudios específicos sobre el tema, especialistas advierten que la contaminación en Quesería por la quema de caña y la actividad del ingenio azucarero sí podría relacionarse con algunas enfermedades de sus habitantes.
A principios de 2013, Diario de Colima realizó ya una investigación donde los pobladores del lugar adjudicaban a esas emisiones de humo, padecimientos como gripe, tos, infecciones en los ojos, en las vías respiratorias y alergias.
Incluso en ese entonces, las autoridades del sector salud en la entidad aseguraban que las enfermedades más comunes en esa población eran las Infecciones Respiratorias Agudas.
Pero también aclararon que no contaban con alguna estadística o estudio que permitiera asegurar que dichas infecciones fueran ocasionadas por la actividad del ingenio.
Sin embargo, para el alergólogo del Instituto Mexicano del Seguro Social, Jesús Solano Soto, la inhalación de humos de todo tipo, como industriales o por quemas agrícolas, “definitivamente pueden ocasionar algunos problemas de salud”.
Aunque en Colima no hay ningún estudio que compruebe la relación de causa-efecto por exposición a esas emisiones contaminantes, precisó que en otros lugares han estimado que aumentan dos o tres veces los cuadros de asma.
Explicó que también esas inhalaciones, incluso de humo de tabaco o automóviles, “pueden influir en agravar o desencadenar cuadros agudos respiratorios”.
Pues dijo que además del humo, las emisiones contienen cenizas y partículas diminutas que entran al aparato respiratorio, “y pueden producir efectos irritativos que también pueden desencadenar cuadros respiratorios agudos sean infecciosos o sean alérgicos”.
HUMOS INCREMENTAN RIESGO
Sobre la idea de que los humos de ingenios azucareros ocasionan cáncer en las poblaciones aledañas a su ubicación, el oncólogo del Friedman Cepeda López mencionó que tampoco recuerda estudios que comprueben esa teoría.
Pero reconoció que la contaminación del medio ambiente por humos como el del tabaco y el de las grandes ciudades, “aumentan el riesgo no sólo de cáncer sino también de problemas como enfisema pulmonar y reacciones alérgicas”.
Aunque para el también especialista del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, hay factores que se relacionan con ciertos tipos de cánceres, refiere que no hay una causa específica que los ocasione.
Ya que “no podemos achacarle a un solo factor que se desarrolle el cáncer, porque hay mucha gente que tiene la infección o está entre en ciertos factores y no desarrolla cáncer en su vida”, dijo.
No obstante, el oncólogo certificado por el Consejo de Medicina Interna y Oncología lamentó que en todo México no se lleve un control de las estadísticas de padecimientos por área o zonas de incidencia, como debería.
Pues sabe que “eso permitiría, hasta cierto modo, cambiar las políticas de atención hacia los pacientes”.
Recordó que 2003 se hizo el último recuento nacional con los reportes de los patólogos, sin embargo, hasta el momento no ha sido actualizado, cuando para él ya deberían contar con nuevos datos.
Friedman Cepeda destacó la importancia de que en este país se comience a aplicar una estrategia epidemiológica. Y sugiere que también los epidemiólogos deben empezar algún estudio para saber más sobre ciertas incidencias de enfermedades en determinadas zonas.
“Porque sí hace falta trabajar mucho en ello, pues ayudaría a las autoridades a tratar de mejorar las condiciones del medio ambiente”, sentenció el médico.
QUESERÍA, MAYOR INCIDENCIA DE ASMA
Fue Ignacio Galindo Estrada, director del Centro Universitario de Investigación en Ciencias del Ambiente, quien en una investigación que hizo hace 10 años en esa población, detectó que podría haber algo patológico en el medio ambiente.
Expuso que en aquel entonces, los pediatras manifestaban que la incidencia de asma bronquial en niños recién nacidos era más frecuente en Quesería que en otras poblaciones, y “esa es la única razón que nos obliga a pensar que hay algo patológico ahí en el medio”.
Además, ese padecimiento se detectó incluso en menores que no tenían antecedentes paternales de la enfermedad, sostuvo.
Pero debido a que la investigación data de hace 10 años, sugiere que se deberían actualizar las cifras, para ver si han cambiado y conocer también si continúan arrojando los desechos de la producción a la calle como entonces.
Sin embargo, refirió que no existe ningún estudio que compruebe la teoría de que ese padecimiento esté ligado directamente con la actividad del ingenio o por lo menos él no pudo conocerlo en su investigación.
Galindo Estrada recordó que las fumarolas de los volcanes de fuego contienen silicatos o partículas sólidas que producen en quienes los inhalan, asma o procesos alérgicos y en Colima la incidencia de alergitis es alta.
Pero aclaró que no se ha estudiado la circulación del viento, como para saber qué tanto afectan las emisiones volcánicas a Quesería y si aunado al resto de factores incrementa esa incidencia de asma detectada.
De manera que reconoce, que se requiere un estudio al menos en esa comunidad para ver las causas de esa tasa de niños asmáticos.
Sobre la supuesta relación entre el cáncer y la actividad del ingenio azucarero, manifestó no tener ninguna evidencia al respecto.
Dijo tener incluso más evidencias de casos de cáncer pulmonar que han ocasionado las personas que queman basura en sus hogares, por no sacarlas cuando pasa el camión recolector.
NO QUEMAR CAÑA
El especialista del IMSS recomendó que para cuidar el entorno de salud, social y económico de los colimenses, las autoridades deberían evitar la quema de caña, “porque eso traduciría en un ahorro económico y en un ahorro en salud”.
Consideró que una institución gasta mucho dinero en la atención de los problemas respiratorios de sus derechohabientes, pues sus medicamentos y cuidados resultan costosos para los hospitales.
“Lo que se trata es de prevenir para que los costos en salud sean menores, para que no tengamos que estar utilizando terapias intensivas o salas de urgencias llenas de pacientes”, concluyó.