COLIMAMEDIOS
La reforma hacendaria propuesta por el gobierno federal incluye eliminar las exenciones más regresivas del IVA y que este impuesto se mantenga en 16% en todo el territorio nacional.
Considerando el objetivo de la Reforma Social y Hacendaria de alcanzar una mejor distribución del ingreso, se preservará la tasa cero en el IVA a alimentos y medicinas. Si bien la aplicación de la tasa general a alimentos y medicinas generaría un incremento significativo en la recaudación, equivalente al 1 por ciento del PIB, esta medida tendría un costo particularmente elevado para los hogares de menores ingresos.
Información de la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares indica que la aplicación de la tasa general del IVA a los alimentos, elevaría el pago de impuestos del decil de menores ingresos en un monto equivalente al 5.6 por ciento de sus ingresos anuales. El efecto como proporción del ingreso de los hogares, decrecería con el nivel de ingresos.
Adicionalmente, es necesario señalar que en un entorno económico internacional adverso, como el que prevalece actualmente y que ha llevado a una desaceleración de la economía nacional, no hubiera resultado adecuada la introducción de un impuesto generalizado al consumo. En las circunstancias presentes la política económica debe orientarse a fomentar una recuperación de la demanda agregada, tal como lo hacen las medidas de estímulo al crecimiento contenidas en el Paquete Económico para 2014.
La reforma presentada por el Ejecutivo Federal propone, además, homologar el IVA en todo el territorio nacional.
Actualmente, las operaciones en la región fronteriza esta sujetas a una tasa IVA preferencial de 11 por ciento. La aplicación de la tasa fronteriza es regresiva, ya que reduce el pago de impuestos de los habitantes de regiones de mayores ingresos a los del resto del país. En la zona fronteriza que se beneficia de este tratamiento, el ingreso per cápita es mayor en 27 por ciento al promedio nacional.
Otro factor que refleja la inequidad de la tasa fronteriza es la incidencia de condiciones de marginación. El porcentaje de población en condiciones de marginación alta y muy alta es considerablemente menor en la zona fronteriza que en resto del país. La diferencia es particularmente elevada para niveles de marginación muy altos, pues la prevalencia en la zona fronteriza es tres veces menor al del resto del país, con tasas de 1.3 y 5.3 por ciento, respectivamente.
Uno de los motivos que dio lugar a la creación de la tasa diferenciada fue el aislamiento de la zona fronteriza del resto del país. En la actualidad dicha zona cuenta con mejor infraestructura de comunicaciones y transportes que el resto del país. En el caso de acceso a Internet, el porcentaje de los hogares que cuentan con este servicio es de 16 por ciento, en tanto que en las entidades no fronterizas este indicador es de 12 por ciento; en el caso de la telefonía fija y móvil la brecha es mayor ya que en las entidades fronterizas existen 95 líneas telefónicas por cada 100 habitantes y en el caso de entidades no fronterizas existen 80 líneas por cada 100 habitantes. En cuanto a otro tipo de infraestructura de comunicaciones, como la aeroportuaria, se observan patrones similares. En las entidades fronterizas existen en promedio 4 aeropuertos con pistas asfaltadas, en tanto que en las entidades del interior existen en promedio poco más de 2 aeropuertos con este tipo de pistas.
La evidencia indica que los beneficios de la menor tasa no llegan a los consumidores que habitan en la región fronteriza. Una comparación de los precios de diversos bienes sujetos a tasa general en el resto del país con información de precios a nivel localidad, indica que éstos tienden a ser mayores en la frontera: los datos indican que los precios de muebles y electrodomésticos son 4 por ciento mayores en promedio en la frontera que en el resto del país, en tanto que los precios de bienes dedicados a la higiene y el cuidado personal son mayores en 2 por ciento. Para todos los bienes estudiados, los precios son 4 por ciento mayores en promedio en la zona fronteriza que en el resto del país. Lo anterior demuestra que el beneficio de la tasa reducida es absorbido por productores y comerciantes, no por los consumidores.
Además de afectar directamente el nivel recaudatorio del impuesto, la tasa preferencial en la zona fronteriza abre espacios para la evasión, pues permite a las empresas triangular operaciones a través de la región fronteriza con el objeto de aplicar la menor tasa, lo que sucede tanto con operaciones domésticas como con importaciones.
La Reforma Social y Hacendaria propone homologar la tasa fronteriza con la del resto del país. Con ello se garantiza que la población de la región de la frontera, que goza de niveles de bienestar mayores a los que en promedio imperan en el resto del país, contribuya de manera equitativa al pago de impuestos. Ello no implica una afectación para el consumidor final, dado que los precios finales no reflejan el beneficio de la menor tasa vigente en la actualidad. La propuesta aumentaría los recursos públicos con una recaudación estimada de 14.7 mmp.
Eliminar exenciones
La Reforma propone diversas modificaciones a las exenciones que otorga el IVA. Las propuestas en esta materia se orientan a ampliar la base del impuesto, eliminando aquellas exenciones que resultan más regresivas. De este modo, se fortalece la progresividad del impuesto.
Actualmente el gasto en servicios educativos está exento del IVA. Esta medida favorece a la educación de paga, lo que la hace regresiva: el 39 por ciento del gasto en educación se concentra en el 10 por ciento de los hogares de mayores ingresos, mientras que sólo 1.5 por ciento corresponde al 10 por ciento de los hogares de menores ingresos.
Para avanzar en el objetivo de que la incidencia del pago de impuestos se concentre en los hogares de mayores ingresos, la Reforma Social y Hacendaria propone eliminar la exención en el IVA a los servicios de educación. Esta medida no tendrá un efecto sobre la educación gratuita, que representa la modalidad predominante en la educación pública. En virtud de ello, esta modificación es progresiva: el 56 por ciento de los estudiantes de los hogares del decil de mayores ingresos asiste a escuelas privadas, mientras que el 98.2 por ciento de los estudiantes del decil de menores ingresos asiste a escuelas públicas.
En el presente, las ventas de casa habitación están exentas del pago del IVA. Esto representa un beneficio fiscal que favorece a las personas de mayores ingresos, quienes realizan la mayor parte de las operaciones en el mercado de bienes raíces. Una situación similar se presenta en el mercado de arrendamiento y en los pagos de hipoteca. Esta disposición es altamente regresiva: el 37 por ciento del valor monetario de las exenciones por el IVA a la enajenación, intereses de créditos hipotecarios y el uso o goce de casa habitación, es recibido por el 10 por ciento de los hogares de mayores ingresos, mientras que el 10 por ciento de los hogares de menores ingresos recibe únicamente el 2 por ciento del beneficio.
Por lo anterior, se propone eliminar la exención en el IVA por la enajenación de casa habitación, intereses de créditos hipotecarios y el uso o goce de casa habitación.
Actualmente, la prestación del servicio de transporte público terrestre de personas está exenta del pago del IVA, lo que abarca a los servicios de autotransporte terrestre de pasajeros foráneo, urbano y suburbano. Con objeto de ampliar la base del IVA y avanzar en la progresividad del impuesto indirecto, se propone eliminar la exención al servicio de transporte público foráneo de pasajeros. Para evitar afectar negativamente la economía de los hogares de bajos ingresos, el servicio de transporte público urbano y suburbano permanecería exento del citado impuesto. Ello obedece a que éste último servicio de transporte, a diferencia del foráneo, es utilizado por los grupos de menores ingresos para trasladarse a los centros de trabajo y escuelas, por lo que tiene un efecto particularmente elevado en el presupuesto de los hogares de dichos grupos.
Con la reforma, afirmó el presidente, se aumenta 1.4% del PIB a través de la recaudación, pues el ISR Empresarial constituye el 0.7%, es decir, 131 mil mdp, el ISR Personal constituye el 0.3%, equivalente a 58.6 mmdp; la recaudación por IVA será el 0.3%; el IEPS no petrolero será de 0.2%; el IEPS gasolinas constituye el 0.4%; la recaudación por derechos constituirá un aumento de 0.1%; en estas cifras, incluso no se resentiría la desaparición del IETU, que constituye una reducción de 0.7 por ciento. De esta forma, se espera que la recaudación quede en 23.97 mil millones de pesos más, en caso de aprobarse la reforma hacendaria que propone el gobierno federal.