El inusual fenómeno fue encontrado en las primeras horas del nuevo año. La palabra de especialistas.

Las partículas atrapadas pueden calentarse y arder, como se puede ver en la imagen, mientras que las partes de la corona donde las partículas han dejado el sol, el brillo es mucho más tenue y la zona se percibe oscura.
Cabe aclarar que los agujeros coronales fueron captados por primera vez en las imágenes tomadas por los astronautas en la estación espacial Skylab de la NASA en 1973 y 1974, y que el agujero en la corona polar, que es una peculiaridad del sol, puede permanecer visible durante cinco años o más.
Además, según destaca el «Daily Mail» inglés, el material que fluye del sol hacia el exterior se llama viento solar, que sopla típicamente a alrededor de 400 km por segundo. Sin embargo, cuando un agujero coronal está presente, la velocidad del viento puede doblarse y alcanzar casi los 800 kilometros por segundo.