Integrantes de la comunidad circense marchan hacia el Zócalo capitalino para exigir al jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, vetar la ley aprobada por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal que prohíbe el uso de animales en espectáculos circenses.
Representantes de circos como Fuentes Gasca, Atayde y Hermanos Vázquez marchan desde la sede de Buenavista bajo la consigna de que los animales de sus circos no están en peligro de extinción, ni se les maltrata. Acróbatas, payasos, adiestradores y otros miembros del espectáculo señalan que la legislación afecta al sector empresarial.
Federico Serrano, vocero de la Asociación Empresarios de Circo A.C., señaló que la ley aprobada es «parcial» y que nunca fue consultada con empresarios de circos, veterinarios o entrenadores. «Aprobaron la ley a puerta cerrada, cuando se debería realizar una discusión para escuchar a los interesados», acusó.
Señaló que no se maltrata a los animales en el circo y lo comparó con la educación que se brinda a los niños. «La técnica de entrenamiento de animales ha evolucionado tanto como la educación de los niños, se parte de estímulos positivos. Puede haber circos que maltraten a sus animales, sí, como hay madres que maltratan a sus hijos, pero no todos, no hay que generalizar».
Por otro lado, indicó que la ley ataca directamente al sector circense pues sólo contempla espectáculos con animales en circos y omite corridas de toros y palenques.
«Hay deportes y espectáculos como los toros, los palenques y hasta la charrería donde se maltrata físicamente al animal delante del público y no se dice nada».
La iniciativa fue promovida por el controversial Partido Verde Ecologista de México y grupos ambientalistas como Anima Naturalis. En redes sociales la nueva legislación ha sido bien recibida pero algunos se preguntan qué pasará con los animales de circo.
El nuevo marco legal se aprobó con 41 votos y 11 abstenciones y prohíbe celebrar espectáculos circenses con animales vivos silvestres o domésticos, entre lo que se incluye «obsequiar, distribuir, vender o efectuar cualquier uso de animales vivos» ya se como premios en sorteos, juegos, concursos, rifas, loterías, para tomarse fotografías o cualquier otra actividad análoga.
