San Luis Potosí, México (23 Diciembre 2016).- La madrugada de viernes, algunos socios de Uber fueron víctimas de agresiones, quienes resultaron con daños materiales a sus vehículos y algunas lesiones a su persona, presuntamente hechos por taxistas; sin embargo un caso muy particular fue el de Juan, un hombre de 56 años de edad quien tiene discapacidad para caminar, además que padece de problemas del corazón y a quien le incendiaron su vehículo con el que trabajaba para Uber.
“Y si yo hubiera estado dentro del vehículo –cuestionó Juan- también hubiera terminado como quedaron mi silla y mi único modo de vivir”, lamentó al momento de compartir su experiencia en exclusiva a Globalmedia.
Narró que en la calle donde ocurrieron los hechos acababan de dejar a un pasajero de Uber y “para su fortuna”, llamó a un joven que le ayuda cuando él se siente mal para continuar con el trabajo. Revisaron el kilometraje, el cambio, la gasolina y las condiciones en las que se encontraba el vehículo. “Yo me retiro de ahí cuando recibo la llamada de que lo habían apedreado y le aventaron botellas de gasolina, en ese momento me regreso y el carro ya estaba en llamas”
Juan traía una silla en la cajuela del automóvil y otra más en la que se fue, pero no pasaron ni diez minutos cuando le habló el joven que le ayuda para avisarle de los hechos.
“Aún no se puede abrir la cajuela, ahí está misilla de ruedas que también me la quemaron, ahí está dentro, las placas traen el signo de persona discapacitada y aun así no les importó, yo me acababa de bajar pero si he estado arriba, estuviera igual que el carro”.
Juan comentó que con mucho sacrificio logró sacar el crédito para sacar su vehículo para poder trabajar en Uber, ya que en ningún lado le daban trabajo por su discapacidad o porque las empresas no contaban con una infraestructura incluyente o el medio de transporte, sino sólo Uber le dio la oportunidad de poder ser socio quien y dependía de ese patrimonio para poder sobrevivir.
Juan comentó que a pesar que siente impotencia y tristeza, no hay espacio para el rencor ni para hablar mal o culpar a los taxistas, pues aclaró no haber visto algún número de taxi como se presume.
La verdad soy una persona creyente, que Dios los bendiga y que no tomen represalias porque no sabemos exactamente quienes y no vayan a pagar justos por pecadores; a los taxistas –refirió- “que ya se aplaquen, que calmen su violencia con eso no se arregla nada, ellos (los taxistas) tienen su trabajo, nosotros (socios Uber) tenemos derecho a ganarnos la vida… el sol sale para todos…”, concluyó Juan.
Fuente: Global Media
