COLIMAMEDIOS
Raúl Hirales pondera dejar el boxeo, a dos semanas de haber noqueado a «Franky» Leal, quien murió tres días después
La voz de Raúl Hirales (La Paz, 1984) por momentos se quiebra. Son recuerdos dolorosos de lo que vivió el pasado 19 de octubre en Cabo San Lucas. La noche en que vio a su amigo Francisco Franky Leal perder la vida arriba de un ring. Era su rival en turno, en la noche en que Hirales volvía a pelear en su natal Baja California Sur, después de cinco años de ausencia.
La velada no fue la esperada, porque doblegó con sus puños al hombre que lo había acompañado en varios entrenamientos en el Comité Olímpico Mexicano. Franky Leal se desvaneció sobre el ring, cayó inconsciente hasta llegar al coma. Tres días después, se le declaró muerte cerebral.
El mismo día en que finalmente arriba el cuerpo de su amigo a Mexicali, proveniente de San Diego, Hirales se anima a hablar con EL UNIVERSAL del momento más complicado de su vida.
En la charla advierte que, pese a lo acontecido, su cariño por el deporte de los golpes se mantiene intacto, aunque sabe que va a necesitar ayuda psicológica.
-Sabemos que son momentos complicados. ¿Cómo estás?
La verdad, es un golpe duro, un golpe difícil. Más que nada porque él era un amigo. Compartimos vivencias y experiencias en el equipo [equipo] nacional, en donde estuvimos juntos. Tengo la fortuna de conocer a su hermana y convivir con ella. Por eso fue algo más complicado, por todo lo que pasó, y más que fuera peleando conmigo. Eso lo hace más difícil aún.
-Hemos visto que en redes sociales has pedido oraciones para “Franky” Leal. Has estado muy cerca de la familia desde el día de la pelea.
Hemos estado en contacto con la esposa. Posterior a lo que pasó, hemos estado muy al tanto. De hecho, después de la pelea en Cabo San Lucas, mi esposa, mis papás y yo nos fuimos directamente al hospital, estuvimos con ellos.
En el traslado a La Paz, igualmente intentamos apoyarlos en todo lo que se podía.
Ahora que se encuentran en Mexicali hemos mantenido la comunicación. Con la esposa y la hermana platicamos en el intento de apoyarlos anímicamente y en todo lo que se pueda.
-Cuando peleabas contra Leal, ¿detectaste que estaba mal?
No me di cuenta. Sinceramente yo lo sentí muy bien preparado para esta pelea. Sabía que así se iba a presentar, porque ya lo conocía. Sabía que iba a ser una pelea muy difícil, muy dura. Pero en ningún momento vi que se fuera a menos en alguna parte de la pelea. En todo momento lo vi fuerte, competitivo, bien preparado. La verdad, insisto, no percibí que se fuera a menos hasta… pues hasta el desenlace de la misma.
Yo siento, sinceramente, que la atención médica tuvo algo que ver ahí. No fue la apropiada. Siento que tuvo mucho que ver.
-¿Ambos aprobaron sin problemas los éxamenes médicos?
Sí pasamos los exámenes. De hecho, el día del pesaje nos hicieron los exámenes a todos los boxeadores y todos salimos bien, todos cumplimos bien.
-¿Cuándo es el momento en que te das cuenta que algo no anda bien?
Cuando el réferi paró la pelea… por instinto, lo que hace uno es festejar. Tenía muchísimos años sin pelear en mi tierra. La emoción de haber ganado me hizo festejar, pero, en el momento en que vi que las cosas eran más serias de lo que yo había visto al principio, sí me preocupé mucho. Tanto así que, después de la pelea fuimos a buscarlo en el hospital a donde estaba.
-¿Qué va a pasar con tu carrera boxística? Sabemos que ponderas no continuar en este deporte.
Todavía lo estamos analizando y viendo lo que podría venir para mí. Sí fue una situación difícil, bastante complicada. Voy a empezar a buscar la atención de algún psicólogo o algo así. Si el psicólogo me dice que puedo seguir adelante de todo lo que pueda conllevar esta situación, a lo mejor sí regresó. El boxeo me ha dado muchas satisfacciones, es algo que me ha forjado como persona y que me ha dado muchísimo. El boxeo es algo que amo…
Ya será cuestión de platicar con mi familia. Tengo a mis hijos y a mi esposa, y todos nos asustamos bastante con todo lo que pasó. Uno se expone al subir al ring y se expone a todo esto. Como le pasó a él le puede pasar a cualquiera. Tenemos que pensar bien lo que puede venir para mí. De momento, no te podría decir si sigo o no.
-¿Sigues queriendo al boxeo como antes del incidente?
¡Claro que sí! Lo que sucedió es algo que impacta bastante. Todo lo que conlleva, el haberlo conocido, el haber sido una pelea conmigo. Pero el boxeo me ha dado muchísimo. Lo he practicado desde niño y siempre ha sido parte de mi vida…
