COLIMAMEDIOS
A pesar de que el reglamento de construcciones para el municipio de Colima, en su artículo 125, establece lineamientos para la dosificación de cajones de estacionamiento, la ausencia de ellos en varios hospitales y clínicas de la ciudad convierten sus inmediaciones en zonas conflictivas e inseguras tanto para pacientes como para visitantes.
El artículo obliga a que por cada 30 metros cuadrados de construcción, las instituciones de salud deben proporcionar un cajón dónde estacionar su vehículo.
La escena de vehículos estacionados en zonas prohibidas, sentido contrario o incluso en doble fila es repetitiva. Además, la ausencia de cajones para estacionarse también origina que los servicios hospitalarios resulten afectados, ya que en ocasiones se bloquea la entrada de ambulancias y rampas para personas con discapacidad, lo cual implica una violación al reglamento de tránsito.
Las zonas
En el Hospital Regional, por ejemplo, es muy común ver vehículos estacionados en línea amarilla o en la parte sur de sus inmediaciones, ya que el nosocomio sólo cuenta con estacionamiento para empleados y los usuarios deben encontrar un espacio para quedarse, provocando un desorden vial.
Considerando que el Hospital Regional comparte zona con el Complejo Administrativo del estado, el número de vehículos que circulan por ahí se duplica, pues en esta zona se albergan, además de visitantes, una gran cantidad de empleados que llenan los estacionamientos que tienen dispuestos para ellos, por lo que también tienen que buscar un espacio en la calle.
Otro espacio del sector salud que no cuenta con estacionamiento propio es el centro de salud ubicado por la avenida 20 de Noviembre, en donde tanto pacientes como empleados, echan mano del espacio que brinda la banqueta del parque Hidalgo, ubicado frente a este edificio, pero que al mismo tiempo debe ser compartido con las inmediaciones del DIF municipal Colima.
La situación se repite en la clínica del Issste, ubicada en Ignacio Sandoval, donde la mayoría de los pacientes son pensionados y requieren de un lugar cercano para llegar a sus consultas. Sin embargo, los únicos cajones de estacionamiento son los de la tienda que se ubica enfrente y que pertenece a la misma institución.
En el caso de Imss sobre avenida De los Maestros, la situación no es muy distinta. Las luces intermitentes de automóviles que buscan un estacionamiento es el pan de cada día, sobre todo en horarios donde se reparten fichas. Además por estar cerca de una zona escolar en horarios clave, la situación se complica aún más. La solución ante la falta de lugares ha sido estacionarse en las inmediaciones del jardín Corregidora y calles aledañas, lo que genera cierta molestia a los vecinos de la zona que se quejan de invasión de cocheras.
Otros ejemplos son la clínica número 18 del Imss, que concentra un importante número de población y que no cuenta con estacionamiento para sus pacientes, y la unidad médica número 11 a la que llegan gran cantidad de estudiantes universitarios.
Dentro de los sanatorios públicos que sí cuentan con espacios para sus pacientes son la clínica familiar número 19. Sin embargo, la carga de pacientes que tiene rebasan los estacionamientos destinados para los usuarios.
Por su parte, las clínicas privadas sí proporcionan espacios para sus clientes, pero no se escapan de ser rebasados en ocasiones por la cantidad de autos que acuden a recibir un servicio médico.
Los espacios de salud no son los únicos que deben acatar normas de construcción para cajones de estacionamiento: comercios, centros educativos, templos, restaurantes, cafés y cines tiene obligación de ofrecer a sus clientes y visitantes un lugar donde estacionarse.