Ex Candidato del PRD a Diputado Local por el Distrito III advierte que la “caída del sistema” desde el domingo es el augurio de otro fraude como el de 1997- Injusticia es injusticia; y si PAN, Locho y PRD en su momento no quisieron ponerse de acuerdo en una gran alianza para la Alternancia, hoy es el momento de sumarse para evitar una gran canallada a la democracia y contra las nuevas generaciones
- La oposición no tiene derecho de ser mezquina en estos momentos cruciales; si entregan el triunfo al PRI, los seis años Nacho será gobernador ladrón de la voluntad ciudadana
Lo que en estos momentos está sucediendo en Colima es una vergüenza para la democracia y las instituciones, pues descaradamente, como lo hicieron en 1997, quienes toman decisiones en el Instituto Electoral del Estado, están cocinando un nuevo fraude a la Gubernatura, favoreciendo al PRI.
Así lo expresó Ricardo Sánchez Arreguín, ex candidato del PRD a Diputado por el Distrito Local III, quien exhortó a todos los partidos opositores, sobre todo a los partidos de la Revolución Democrática, Morena y Movimiento Ciudadano, a que se sumen en un frente común para evitar esta canallada “a la democracia y contra las nuevas generaciones”.
Injusticia es injusticia, advirtió Sánchez Arreguín, y “si PAN, Locho y PRD en su momento no quisieron ponerse de acuerdo para una gran alianza, con el objetivo de la Alternancia, hoy es el momento de que se sumen; los desacuerdos previos a la elección no les da derecho a asumir una postura mezquina en estos momentos cruciales”.
Está en las manos del general Francisco Gallardo, Martha Zepeda y Leoncio Morán asumir una postura digna conforme a nuestras difíciles circunstancias, sentenció Sánchez Arreguín, pues esta situación no deberían verla como un asunto de filias o fobias personales contra Jorge Luis Preciado, sino como una definición de demócratas con respecto a instituciones y políticas públicas, de ahí que si los funcionarios del OPLE y el PRI se salen con la suya, los seis años tendríamos a Nacho Peralta como gobernador espurio y ladrón de la voluntad ciudadana.

























