COLIMAMEDIOS
Fuente|DiarioDeColima
Los cambios de clima y las modificaciones que han sufrido los temporales de lluvia últimamente han generado afectaciones considerables en la actividad agrícola del estado, sobre todo a los cultivos cíclicos, dañando, por ende, a la economía de los productores, quienes hacen una mayor inversión en el combate de enfermedades.
Así lo manifestó Abel Salazar Silva, gerente de Fundación Produce Colima, quien explicó que ahora el temporal es más corto. Además, antes existía una mejor distribución de las lluvias y ahora se concentran en menos tiempo y casi siempre ligadas a huracanes y ciclones.
Comentó que cuando hay incrementos de humedad y bajas temperaturas se genera un ambiente más propicio para la propagación de algunas plagas y enfermedades.
El gerente de Fundación Produce Colima, Abel Salazar Silva, señaló que los cambios de clima y las modificaciones que han sufrido los temporales de lluvia en los últimos años han afectado de manera considerable a los cultivos cíclicos que se manejan en la entidad.
Explicó que ello daña la economía de los productores, quienes se ven obligados a invertir más en el combate de enfermedades o hacer reconversión de cultivo.
Añadió que ahora se observa que el periodo de lluvia es más corto, pues antes llovía desde principios de junio hasta octubre, “y ahora, aun cuando se conserva la misma cantidad de agua (milímetros de precipitación), es menor”.
Asimismo, dijo que anteriormente existía una mejor distribución de las lluvias y ahora se concentran en menos tiempo, y casi siempre ligadas a huracanes y ciclones, “hay días que llueve mucho y ocasiones que se suspenden las lluvias de 8 y hasta 15 días”.
Ante este escenario, entre los cultivos frutales con mayores afectaciones mencionó algunas variedades de mango, principalmente el Ataulfo, “la producción ha sido baja, con tamaños muy pequeños que no son comerciales”, dijo.
Relacionó esta característica con la presencia de fríos en la entidad que, hasta cierto punto, son extremos en los tiempos que hay floración, “en Manzanillo hemos visto en los últimos años temperaturas de hasta 10 grados en las madrugadas”.
Por otra parte, comentó que cuando hay incrementos de humedad y bajas temperaturas, se genera un ambiente más propicio para la propagación de algunas plagas y enfermedades, lo cual repercute directamente en la economía de los productores porque, hay una disminución en la calidad del fruto y en la cantidad de las cosechas, y un incremento de gastos.
REALIZARÁN CURSO SOBRE EL BAMBÚ
Con el objetivo de mostrar a los agroproductores, constructores y público en general que Colima cuenta con un alto potencial para el cultivo del bambú, Salazar Silva externó la invitación a participar en el curso “Introducción al cultivo y aprovechamiento del bambú”, a celebrarse mañana y el miércoles, en las instalaciones del CBTA 148 de Comala.
El curso, dijo, es de cupo limitado y tiene una cuota de recuperación de 150 pesos. Los interesados pueden acudir o llamar a las oficinas de Fundación Produce Colima.
Entre las ponencias a escuchar están “Generalidades y usos del bambú”, “Silvicultura, propagación, establecimiento, cosecha, primer proceso”, “Introducción a la construcción con bambú”, “Perspectivas del mercado del bambú en México y el mundo”, “Factibilidad técnico-económico del uso alterno del bambú como material para la construcción”.
Además, mencionó que se hará una práctica de campo, donde los participantes podrán visitar algunas plantaciones existentes. Finalmente, se integrará una comisión de fomento al cultivo de bambú en Colima, a cargo de la Secretaría de Desarrollo Rural (Seder).
Cabe recordar que el año pasado, Mauricio Mora Pérez, gerente de Fundación Produce de Puebla, y Rafael Antonio Bejarano Sánchez, consultor internacional y especialista en el cultivo e industrialización del bambú, realizaron una visita a la entidad, en la cual pudieron identificar algunas áreas con potencialidad, y una variedad en particular que es demandada como planta ornamenta, pero también para la elaboración de una serie de artesanías. Tal variedad es la Otatea Aztecorum, mejor conocida como “otate”, la cual se utiliza sólo para elaborar canastos de diferentes tipos.
En ese sentido, Salazar Silva mencionó que el bambú puede ser utilizado en la construcción de viviendas de interés social, gracias a la flexibilidad que caracteriza a este material, misma que lo hace resistente a los movimientos sísmicos. Asimismo, comentó, puede ser aprovechado en la fabricación de muebles y artesanías, y también usado como aislante térmico.